Hacia las 12,45h, sabemos que el momento de juego libre ha finalizado cuando vemos a María de Lluc, cocinera de la escoleta Els Molins, llegando con el almuerzo.
La dinámica de este momento nos conduce a ordenar nuestros proyectos, lavarnos las manos, poner la mesa y disfrutar de la comida. Cada niño, a medida que va acabando de comer al ritmo que necesite, autónomamente recoge sus utensilios y los lava en los fregaderos.
Después de comer, sobre las 13:30h, una de las adultas acompaña el momento del cuento y lo explica al grupo de niños interesados en participar. Es una rutina que ayuda a los pequeños a bajar el ritmo después de comer, favoreciendo la lentitud que el cuerpo necesita mientras hace la digestión, facilitando la disposición al descanso a aquellos niños que necesiten hacer siesta.
Después de la hora del cuento, las familias comienzan a llegar de forma orgánica a partir de las 14h, y hasta las 16h. Se trata de un momento en el que las acompañantes intercambiamos información con la familia de la criatura, y comentamos cómo ha ido el día. Poco a poco y con calma, cada familia se va despidiendo de la escuela y pone en marcha su llegada a casa.
A partir de los 6 años, S’Hort Vell ofrece actividades ecuestres durante las mismas semanas.
PLAZA YA CUBIERTA
Grado en Educación Infantil con experiencia centrada en el Segundo Ciclo.
10 años de experiencia demostrable en proyectos de pedagogía activa, acompañamiento respetuoso en Escuelas en la Naturaleza y con animales.
Idiomas: oficiales, inglés fluido y alemán básico.
Formación complementaria.
Contrato a tiempo parcial ampliable a tiempo completo.
Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí.
Confucio
El aprendizaje en plena naturaleza, el vínculo y el cuidado con los animales, la consciencia emocional y el acompañamiento desde el respeto a las necesidades de la etapa y a los ritmos individuales de cada persona, son los ejes fundamentales del proyecto.
La naturaleza nos brinda infinitas posibilidades. Ya son muchos los proyectos escolares que se adhieren a esta metodología y podemos decir, desde la experiencia, que no solo se consiguen los objetivos y contenidos a nivel curricular, sino que los aprendizajes a nivel competencial están siempre presentes.
El entorno que ofrecemos dispone de un espacio abierto y con diferentes elementos que favorecen el movimiento y la exploración. Este espacio, delimitado por una valla de madera, ofrece la contención y un espacio seguro en el que poder moverse con toda libertad. Fuera de este límite, contamos también con áreas para pasear e investigar, siempre acompañados por los educadores.
Disponemos, en el espacio de referencia, de dos estructuras de porche cubiertas, espacios interiores diseñados para que puedan crearse diversos ambientes, siempre respetando las directrices del proyecto. En S’Hort Vell existe también, además, infraestructura a cubierto disponible para usos múltiples. Las tormentas son excepcionales en nuestra isla y la meteorología peligrosa no es frecuente. No obstante, estamos siempre atentos a las previsiones y podemos ofrecer alternativas en caso de necesidad.
No hay que olvidar que “no existe el mal tiempo, sino la ropa inadecuada”. O sea, que es necesario un buen equipo y estar en movimiento. Ropa adecuada no quiere decir ropa especial, simplemente ropa cómoda y adaptada a la climatología y siempre “a mano”. Las capas son prácticas, ya que el niño puede ir regulando, según su termostato, si quitarse o ponerse ropa.
Las personas nacemos con la necesidad de aprender. Tenemos curiosidad por descubrir y entender el mundo que nos rodea y cada vez nos desconectamos más pronto de esta motivación intrínseca a causa de la sobreestimulación y el ritmo acelerado que mantiene la sociedad en la que vivimos.
El aprendizaje en Nexes está vinculado a la vivencia y a la experiencia. Permitiendo que los niños exploren a su ritmo, guiados por sus necesidades e intereses, garantizamos que asocien los nuevos descubrimientos a experiencias y emociones positivas, contribuyendo a fijar los aprendizajes y favoreciendo su curiosidad y espíritu investigador.
La presencia de las personas que acompañan los procesos de aprendizaje de los niños es una pieza clave. Con una mirada atenta y amorosa, poniendo palabras a las emociones y confiando en las potencialidades de los niños, se crean vínculos. Estos dan la confianza necesaria al niño para investigar el entorno y establecer relaciones de manera autónoma.
El adulto acompañante debe ser capaz de captar el sutil límite entre la intervención y la interferencia, aprovechando las oportunidades que brinda la convivencia en el día a día. La presencia de dos profesionales del ámbito educativo, acompañando siempre los procesos individuales y grupales, ayudando a gestionar conflictos y a poner palabras a las emociones que van surgiendo, proporciona una base segura a la que recurrir y explorar.
Observar las dinámicas que se generan durante el juego libre y las interacciones intragrupo, ayuda y guía la intervención cuando es necesaria, generando las mínimas interferencias posibles para promover la autonomía del niño. Al mismo tiempo, la observación permite conocer sus intereses y ritmos madurativos y promover dinámicas para trabajar las tres grandes áreas curriculares.
Proponemos el juego libre como forma de relacionarse con el entorno, una herramienta potencial de trabajo, en un escenario natural lleno de retos y materiales por descubrir. El juego libre favorece la autodeterminación, la toma de contacto con lo que el niño quiere y necesita. No tener siempre una guía que planifique cada paso que el niño da, le ofrece la oportunidad de tomar decisiones, ser creativos y proactivos.
Cada niño elige cómo y con quién quiere jugar… y esto a veces genera conflicto con sus iguales. Poco a poco, van saliendo de su egocentrismo para comenzar a ver y respetar puntos de vista diferentes a los propios.
S’Hort Vell es un espacio cohabitado por animales, los caballos, los ponis y los perros son compañeros de vida en este entorno, entre sí y con los humanos; animales acostumbrados a trabajar con humanos, haciéndoles de soporte tanto en el ámbito docente como terapéutico. El vínculo y el cuidado de estos animales, sumado al entorno natural, desarrollará en los niños una mirada más holística. Conociendo sus necesidades, las diversas formas de comunicación entre humanos y animales, experimentarán la forma diferente de comportarse también entre humanos. El cuidado de un sencillo gallinero y la forma de comportarse de las gallinas les harán ver/vivir, como si fuera un espejo, su propia pauta de comportamiento.
El contacto con los animales estimula la creación de vínculos respetuosos y favorece el desarrollo de la autoestima, la empatía y la integración grupal. La convivencia con animales de otras especies, con sus necesidades y características propias, requiere de un aprendizaje sobre la forma apropiada y segura de relacionarse con ellos lo cual favorece la autorregulación de los niños y niñas.
Generalmente los niños están conectados al sistema reptiliano de nuestro cerebro: las emociones. No entendemos las emociones como buenas o malas, sino como indicadores de una necesidad. Tener una vivencia que genera una emoción agradable o desagradable, dará la oportunidad de conectar con uno mismo. En estos momentos es sumamente valiosa la presencia del acompañante; no dirige, escucha y acompaña, creando el vínculo que dará seguridad y confianza.
El aprendizaje adquirido en estos momentos es para toda la vida. La misión del acompañante será permitir que experimente el aprendizaje y así pueda incorporar para siempre el conocimiento adquirido a través de la emoción sentida.
Ayudando al niño a poner palabras y dar sentido a sus sentimientos y emociones ya sean agradables o desagradables, sin juzgarlos. Toda emoción es lícita si bien la forma de manifestarlo en estas edades puede precisar cierta orientación. Los acompañantes se encargan de establecer límites de manera firme y amorosa, así como de ofrecer alternativas para que las puedan expresar, garantizando el respeto hacia los demás y hacia ellos mismos.
Ofrecemos un menú basado en productos locales o de «Km 0», cereales, legumbres ecológicas, sin azúcares ni procesados. Con una mirada holística, contemplamos la alimentación como un eje de vital importancia, fundamental en la educación infantil. Los niños aprenden a manejarse con autonomía y toman consciencia de que el planeta no es un recurso infinito, dan valor a lo que comen y contemplan este momento como un espacio de tiempo que ofrece múltiples oportunidades de aprendizaje.
Realizamos la actividad formando pareja educativa. Para garantizar la calidad del programa y un acompañamiento eficaz, la ratio máxima es de 10 niños por profesional.
El equipo y el proyecto se nutren de varias fuentes y, por este motivo, utilizamos metodologías de diferentes escuelas y autores. Emmi Pikler, Montessori, Waldorf, Pestalozzi, Reggio Emilia (Malaguzzi) y las escuelas bosque, entre otros, son algunos de nuestros referentes y los pilares que nos hacen trabajar de una forma ecléctica.
Actualmente disponemos de muchas experiencias educativas de pedagogías activas y que están en marcha desde hace años, décadas e incluso siglos; funcionan de forma exitosa por los beneficios que aportan al desarrollo humano integral, siendo un referente a nivel mundial. Actualmente, estas metodologías se explican y analizan desde la ciencia y cuentan con el reconocimiento y apoyo de muchos de profesionales y disciplinas; ciencia, neurociencia, psicología, educación, pediatría, filosofía, artísticas…
Las bases de estas metodologías son el respeto hacia la infancia y la confianza en sus capacidades, el conocimiento de las etapas del desarrollo y el respeto de los ritmos madurativos de cada etapa y niño, desde un aprendizaje vivencial donde se aprende haciendo y desde la experiencia.
Intentar enseñar a un niño algo que puede aprender por sí mismo, no es tan solo inútil, sino también perjudicial.
Emmi Pikler
