En Nexes permitimos y aceptamos todos los sentimientos y emociones infantiles, tanto agradables como desagradables; entonces, también los acompañamos. Su función es comunicar algo que necesita ser atendido. La expresión de estas emociones, a menudo en forma de carcajada, llanto, grito, pataleta, etc., en un entorno seguro y acompañado por adultas presentes y preparadas, es imprescindible para el desarrollo pleno del niño; lo necesita para que estas emociones sean transitadas de forma sana.
La presencia de las personas adultas que acompañan los procesos de aprendizaje de los niños es una pieza clave. Confiando en las potencialidades de los niños y con una mirada atenta y amorosa, lejos de tratar de evitar, distraer u ocultar la emocionalidad de los niños; le dan un sitio, la validan, permiten su expresión en un entorno de seguridad, ponen palabras a lo que está sucediendo y prestan especial atención a las reacciones corporales.
Desde ese acompañamiento se crean vínculos seguros. Éstos dan a los niños la confianza necesaria para investigar el entorno que les rodea y sentar las bases de su desarrollo.
Para que todo esto mencionado anteriormente pueda desarrollarse en armonía, trabajamos con ratios pequeños, de máximo 8 niños por acompañante.
La convivencia en la naturaleza nos brinda infinitas posibilidades. Nos guía a tomar conciencia del paso del tiempo, los procesos cíclicos, los ritmos lentos, las estructuras, el silencio, los sonidos, la muerte, el nacimiento y un largo etcétera de experiencias de vida. Conecta a los niños con sus necesidades más íntimas, ofreciéndoles la acertada enseñanza de regularlas cuando las están sintiendo en el cuerpo.
Sintiendo el clima, observando las estaciones, conociendo las fases lunares, recogiendo los frutos de temporada, tocando los elementos de la tierra, oliendo las plantas, escuchando pájaros cantar… Aprendemos continuamente cómo funciona el mundo desde la experiencia directa, somos conscientes de otras formas de vida y de los diferentes procesos vitales, entendemos que somos parte de este ciclo natural, que pertenecemos a un sistema mayor que hay que cuidar y proteger. Con la iniciativa que caracteriza a los niños y a través de la experiencia real, aprenden a aprender, a auto satisfacerse y a cultivar la ilusión para descubrir el mundo que les rodea.
En los últimos años, los beneficios de acercar la infancia a la naturaleza han sido documentados en numerosas investigaciones científicas, haciendo referencia a:
Creatividad y cooperación a través del juego
Mejora de la capacidad cognitiva, observación, concentración y atención
Mejora del rendimiento académico y la autodisciplina
Favorece el razonamiento, el espíritu crítico, la toma de decisiones y la resolución de conflictos
Favorece el movimiento, el desarrollo psicomotor y la conciencia corporal
Beneficios en el sistema inmunológico
Desarrollo de habilidades sociales y comunicativas
Crecimiento en armonía, lejos de contaminación acústica y entornos sobreestimulantes
¿Y qué pasa si hace mal tiempo?
En el espacio de referencia disponemos de dos estructuras de porche cubiertas, espacios interiores diseñados para que puedan crearse diversos ambientes, siempre respetando las directrices del proyecto. En las instalaciones de la Fundació S’HORT VELL también existe infraestructura a cubierto, disponible para usos múltiples. Las tormentas son excepcionales en nuestra isla y la meteorología peligrosa no es frecuente. Sin embargo, estamos siempre atentas a las previsiones y podemos ofrecer alternativas en caso de necesidad.
No hay que olvidar que «no existe el mal tiempo, sino la ropa inadecuada». Es decir, es necesario un buen equipo y estar en movimiento. Ropa adecuada no significa ropa especial, simplemente ropa cómoda y adaptada a la climatología y siempre «a mano». Las capas son prácticas, puesto que el niño puede ir regulando, según su termostato, si quitarse o ponerse ropa.
Nexes es un espacio cohabitado por animales. En nuestro espacio contamos con ponis, una pollina, gallinas, peces y cientos de insectos maravillosos a los que nos comprometemos a cuidar y proteger. Además, cada semana nos acompañan algunos de los perros de intervención de la Fundación S’HORT VELL para ir a pasear, realizar alguna actividad o participar de la vida cotidiana en la estancia.
En S’Hort Vell viven más de 60 caballos, ponis y potros, que forman parte de nuestro día a día, ya que los vemos e interactuamos con ellos de camino a la escuela, cada vez que hacemos una excursión fuera de nuestro espacio o cuando los encontramos, libres, por las instalaciones. Todos los animales de S’Hort Vell están acostumbrados a interactuar con humanos en contextos educativos y/o terapéuticos, de modo que se encuentran completamente habituados a nuestra presencia e interacción.
En la escuela contemplamos cómo los animales tienen la capacidad de vivir en el presente, en el aquí y el ahora. Se mueven en función de sus necesidades y afectos. Son sensibles a nuestra energía y estado emocional, y sus reacciones nos proporcionan información que nos permite reflexionar sobre nuestra forma de acercarnos a ellos. Tienen la capacidad de comunicarse con nosotros, siempre que sepamos leerla.
Para poder acercarnos a los animales con respeto y seguridad para todos los involucrados, enseñamos a los niños a interpretar las señales no verbales que nos indican que un animal está tranquilo, estresado, sintiendo miedo… Así como también aprenden a poner límites cuando son ellos los que no quieren la proximidad del animal o la consideran demasiado invasiva.
A través del conocimiento mutuo, la presencia, el contacto físico… Los niños van construyendo un vínculo con los animales, que sin llegar a ser sus mascotas, pueden adquirir cierta relevancia en su mundo emocional. El vínculo y el cuidado de estos animales, sumado a convivir en un entorno verde, garantiza que los niños desarrollen una mirada más holística y sensible hacia los seres que les rodean.
Autores reconocidos y referentes en el ámbito educativo coinciden en la idea de dejar al niño jugar libremente, lejos de la excesiva intervención y oferta de propuestas dirigidas. Entre las necesidades a satisfacer para una infancia plena y saludable, jugar es una de ellas. El niño juega por necesidad, para vivir; es su ocupación, la tarea más importante en la etapa de la vida en la que se encuentra. Lo mejor que un adulto puede hacer para con un niño es regalarle tiempo y espacio para ser niño, tiempo y espacio para jugar.
Dejar que su desarrollo se dé desde esa libertad de juego y experimentación es abrir las puertas al aprendizaje.
En la escuela proponemos el juego libre como forma de relacionarse con el entorno y, por tanto, como motor de aprendizaje. Generalmente, los niños de esta etapa no se marcan un objetivo cuando se ponen a jugar. El juego no está pensado, surge de manera natural y espontánea en cualquier lugar y en cualquier cultura del mundo, es un lenguaje innato de la infancia que les hace adquirir infinidad de habilidades. Para desarrollarlo, el niño no necesita juguetes estimulantes, llenos de funcionalidad y color. El niño es hábil en el juego por naturaleza. De hecho, cuanto menos cosas haga un juguete, más hará el niño. Jean Piaget decía que «los niños no juegan para aprender, pero aprenden porque juegan».
En Nexes la propuesta de juego se presenta mayoritariamente a través de material no estructurado y las oportunidades que nos brinda el entorno: palos, piedras, hojas, frutos, troncos, piezas de madera, bolas, flores, conos, herramientas… El niño tiene a su alcance una fuente inmensa de lo que podrían ser “juguetes” que fomentan la creatividad, la proactividad y la toma de decisiones. Las adultas, mientras, observamos con presencia la riqueza de sus procesos de juego y procuramos que los espacios donde se desarrollan sean seguros y atractivos, y que cuenten con recursos y materiales adecuados para la edad de los niños que acompañamos.
Tanto en el momento de la merienda a media mañana, en el almuerzo o en la merienda de la tarde, nos ocupamos de cuidar la buena nutrición de los niños y de la adquisición de hábitos personales y sociales, como masticar bien los alimentos, fomentar la autonomía a través del uso de los cubiertos, comer sentados, poner la mesa, hacerse cargo de limpiar su plato al terminar, entre otros.
Los momentos de alimentación nos proporcionan mucha riqueza pedagógica, puesto que trabajamos muchas cosas mediante este hábito. Tratar estos momentos con cuidado, calma y a ritmo de niño nos hace aprovechar todo este valor.
A partir de las 10h y hasta la hora del almuerzo presentamos lo que llamamos merienda comunitaria para compartir entre niños y acompañantes las piezas de fruta y los frutos secos que cada familia ha traído a la escuela. Las meriendas son únicamente de fruta y frutos secos y están en la estancia, disponibles durante toda la mañana para que los niños, así como vayan sintiendo hambre, se acerquen para satisfacer sus ganas de comer.
A las 12.30h aproximadamente, desde la guardería infantil Els Molins que cuenta con servicio de comedor y cocinera propia, nos acercan el almuerzo hasta la escuela de manera diaria. Se trata de un menú elaborado a base de alimentos locales, km 0, ecológicos y de temporada, porque queremos ofrecer una alimentación lo más saludable y nutritiva posible. El menú está adaptado a las necesidades nutricionales de los niños de 3 a 6 años y a posibles alergias e intolerancias que se puedan presentar.
Contemplamos Nexes como una escuela abierta a la comunidad.
El objetivo fundamental de la relación con las familias es que éstas conozcan, participen, se impliquen y sobre todo se sientan incluidas en la escuela, que sepan que forman parte de este sistema que acoge a los niños y sus familias de una forma inseparable.
Para nosotros es esencial que se genere un ambiente de confianza y seguridad para todos los miembros del sistema: niños, familias, animales y acompañantes.
Para hacer realidad todo esto llevamos a cabo una serie de acciones que hacen de la escuela un espacio también familiar y acogedor en el que pertenecer, crear, compartir, inspirarse y hacer red:
Jornadas familiares en las que participan niños, familias y acompañantes llevando a cabo actividades compartidas de juego, celebraciones, tareas y cuidados que el entorno requiere
Encuentros pedagógicos grupales con las familias donde transmitir una cultura de infancia sana
Talleres familiares: madres y padres que deseen ofrecer una actividad dirigida a los niños durante la jornada escolar tienen las puertas abiertas
Un mínimo de 3 encuentros individuales/tutorías anuales con cada familia
Entrada/salida relajada a/de la escuela, contando con 30 minutos para acompañar a la criatura a cambiar de escenario
Periodo de familiarización y acogida para niños y familias recién llegados al proyecto